Mi trabajo creativo se centra en la deconstrucción del cuerpo, partiendo habitualmente de la fotografía y de los restos orgánicos. El discurso que atraviesa mi obra parte de lo caduco, lo inestable o lo efímero. La fotografía es el medio para reflexionar acerca del límite de mi propia existencia, de rozar la muerte, de adelantar el vacío.
«Un autorretrato que muestra la arquitectura corporal anulada mediante los procesos de fragmentación y abstracción»
(vol)verse cadáver incide en la materialidad del cuerpo, en su caducidad, mostrando la descomposición de la carne –el devenir cadáver– a través de restos corporales como el pelo y sangre.
Un autorretrato que muestra la arquitectura corporal anulada mediante los procesos de fragmentación y abstracción. Se exhibe el cuerpo colicuado, la “no forma” corporal que sigue manteniendo conexión con el estado anterior a través de la materia, induciendo así una reflexión sobre los fenómenos cadavéricos que provocan la ruina del cuerpo.
La materia orgánica contenida en el interior de las fotografías opera como extensión del propio cuerpo, como su presentación directa, no como una representación, que a su vez provoca diferentes fenómenos en la emulsión fotosensible, desencadenando la descomposición misma de la imagen, creando formas abstractas y texturas orgánicas que remiten a los fenómenos destructores cadavéricos. Se construye así una narrativa sobre la naturaleza irreparable y la fragilidad del cuerpo.
El advenimiento de la muerte, vislumbrado como simulacro, es el tema que subyace en todo el proyecto, que se concreta en una visión anticipada de mi propio cuerpo muerto; un ultimo retrato.