Desarraigo es una pieza de teatro contemporáneo basada en la implicación directa del público en la escena. Es una obra sin actores ni actrices, donde una persona del público será la protagonista de esta peculiar ficción.
Esta persona, elegida previamente por un sorteo, subirá al escenario y vivirá una experiencia individual a través de juegos y acciones propuestas desde una conversación de Whatsapp con las creadoras. El resto del público observará estas acciones, junto con un texto proyectado que contará varias historias ficticias sobre esta persona, con un fuerte componente sonoro y visual.
La pieza reflexiona, desde la contemporaneidad, sobre la permanencia y el cambio en una etapa tan movida como es la juventud. Se trata de una búsqueda de la innovación y el acercamiento del teatro a las nuevas generaciones desde temáticas actuales y un lenguaje diferente al habitual.